El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha recordado que durante la presidencia de su antecesor en el cargo, Quim Torra, se dictaron 13 sentencias que imponían el 25% de la enseñanza en castellano en 13 centros y «se cumplieron todas». Aragonés ha especificado que «no hubo ninguna orden de desobedecer y no fue por falta de coraje independentista, sino por falta de herramientas«, según ha asegurado.
Esta ha sido la reacción de Aragonès a la crítica emitida por Torra contra la consideración del castellano como «lengua de aprendizaje» en Cataluña, como prevé la reforma de la política lingüística acordada entre ERC y el PSC, de la que se ha desmarcado Junts, y que ha sido criticada por este mismo partido y por entidades independentistas principales como la ANC, Òmnium Cultural y la Plataforma per la Llengua.
Además, el presidente catalán ha argumentado que «podemos seguir sin hacer nada o dar un paso adelante», como el que acordó su partido con los socialistas, y ha defendido que cuantos más partidos se sumen a un «consenso» por la lengua catalana, «mejor», en referencia al PSC y a En Comú Podem.