El gobierno de la Generalitat ha reculado en su decisión de obligar a cumplir cuarentena durante diez días a las personas vacunadas contra la covid-19 que sean contactos estrechos de casos positivos de la variante ómicron de la enfermedad, y finalmente se alineará con la decisión de la Comisión de Salud Pública, que ha descartado el mantenimiento de esta medida.
El Departamento de Salud de la Generalitat ha justificado su rectificación indicando que seguirán el criterio de la Comisión de Salud Pública, integrada por representantes del Estado central y de las CCAA, para evitar «más desconcierto» a la ciudadanía y a los profesionales sanitarios.
La consejería que encabeza Josep Maria Argimon, eso sí, ha pedido «rigor» a esta comisión, así como la divulgación de los criterios científicos que han motivado el cambio sobre esta medida que afectaba a los estrechos contactos vacunados, que habrá de recibir el visto bueno del Consejo Interterritorial de Salud para ser vigente.
La Comisión de Salud Pública ha acordado para este perfil de contacto estrecho que durante diez días limite sus actividades, llevando a cabo sólo las esenciales, y que reduzca las interacciones sociales tanto como sea posible.
Los nuevos acuerdos de este órgano se han conocido horas antes de que comience la conferencia de presidentes autonómicos donde el presidente catalán, Pere Aragonès, ya avanzó que pediría a sus homólogos que endurecieran las restricciones como lo había hecho su gobierno, especialmente a los ejecutivos de las CCAA vecinas de Cataluña.
