La decisión de la Zarzuela de enviar un emisario de la máxima confianza de Juan Carlos I a Abu Dabi (Emiratos Árabes) para negociar el regreso del rey emérito a España podría ser un indicador de su próxima vuelta. Según ha desvelado Vozpópuli, la opción que genera más consenso entre la Zarzuela y la Moncloa es que el ex-monarca fije su residencia en Portugal, concretamente en Estoril, la zona donde su padre, Juan de Borbón, se exilió durante la dictadura de Francisco Franco.
«El objetivo es encontrar un palacete, cercano a Estoril, que le permita tener un estilo de vida similar, y lejos del ruido mediático», afirman al medio citado fuentes de la Casa Real. Juan Carlos I habría transmitido su negativa a residir «en un piso o chalé de jubilado» y, en general, en cualquier lugar de Madrid que no sea la Zarzuela, ya que considera que «es el sitio más idóneo desde el punto de vista de la seguridad». Tanto la Moncloa como la Casa Real, sin embargo, no ven conveniente esta opción por el alboroto que podría suscitar, por lo que se decantan por fijar la residencia del emérito en Portugal.
Precisamente, el ejecutivo portugués ha ofrecido su ayuda al Gobierno español y a la Zarzuela para encontrar una vivienda idónea para Juan Carlos I. De hecho, según el citado diario, Portugal ha garantizado que el rey emérito dispondrá de un equipo de seguridad que aportará el propio país, más allá de su escolta habitual: «Se trataría de convertir su residencia cerca de Estoril en una especie de embajada, con seguridad propia y también del país».
El deseo del ex-monarca, según el citado diario, es recuperar la vida que tenía antes de marcharse de España y, en este sentido, ni Felipe VI ni el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se opondrán a que el ex-monarca pueda viajar a Madrid y a Galicia, siempre que viva en el país vecino. De hecho, uno de los argumentos para convencer a Juan Carlos I es que su residencia en Estoril le permitirá estar en Madrid y en Sanxenxo -donde habitualmente pasaba largas temporadas- en una hora de avión.
En cuanto a la fecha en que se producirá el regreso del rey emérito, según ha publicado El Español, el ex-monarca habría aceptado aplazarlo hasta su 84 aniversario, el 5 de enero, para no empañar el discurso de la Nochebuena de su hijo Felipe VI. Pero la fecha escogida podría ser igualmente conflictiva por el discurso que el actual jefe de Estado tiene programado el día 6 por la Pascua Militar, donde participará también la ministra de Defensa, Margarita Robles.
