La palabra ‘jubilación’ viene del latín ‘jubilatio’, que se refería a los gritos con que los agricultores exteriorizaban su alegría. Al menos, eso es lo que he descubierto navegando por Internet. Hay que entender, pues, que la jubilación es o debería ser motivo de alegría. Alegría que sería el resultado de poder vivir sin necesidad de trabajar, después de muchos años haciéndolo. Volviendo a las búsquedas de Google, descubro que la jubilación llegaba, en tiempos de Moisés, después de 49 años trabajando. En términos bíblicos podríamos decir que si Dios descansó el séptimo día, los humanos lo hicieron el año quincuagésimo.
Pasados los años, la jubilación toca, según la legislación española actual, cuando se han trabajado 37 años, seguidos o en períodos alternos. A mí, me tocará pronto: en agosto del próximo año, siguiendo las explicaciones de la página web de la Seguridad Social que lo calcula. Me coincidirá, más o menos, con el curso en el que tendré que abandonar la docencia universitaria como profesor asociado. A los 65 años toca renunciar a seguir dando clases a los que tenemos esta categoría y envidiamos a los profesores fijos y catedráticos, que pueden seguir haciéndolo hasta los 70.
La pregunta que viene a continuación es si es cierto o no que la jubilación es motivo de alegría. Cuando comento a los trabajadores de los restaurantes o supermercados que frecuento que no me apetece nada jubilarme me dicen que ellos desean hacerlo con todo el alma.
Evidentemente, el derecho a la jubilación es uno de los fundamentales y que da sentido a la sociedad del bienestar. Pero jubilarse a la fuerza cuando te gusta el trabajo que estás haciendo y la salud te permite desempeñarlo razonablemente bien es una mala jugada.
Hay profesiones o actividades en las que no hay edad de jubilación. La política, por ejemplo. Joe Biden es un buen ejemplo.
Resumiendo, que me da rabia que me jubilen. Y que tengo una razón más para reclamar una Renta General Básica, que llegue a todas las personas, desde que nazcan hasta que mueran. Y que posibilite que no sólo la gente trabaje cuando quiera y de lo que quiera sino que lo haga hasta la edad que quiera.
