Aragonès aprovecha su condena a los actos violentos para cargar contra la democracia española

El vicepresidente catalán asegura que la calidad democrática española "en muchos aspectos es baja"

El vicepresidente en funciones del gobierno catalán con funciones de presidente, Pere Aragonès, ha condenado este miércoles en la Diputación Permanente del Parlament los actos violentos que han tenido lugar en los últimos días en varias localidades catalanas: «El gobierno de la Generalitat condena todo tipo de violencia, de la naturaleza que sea. La violencia nunca es el camino, nunca resuelve nada. Sólo empeora conflictos y nos aleja de su ​​resolución. La violencia nunca puede ser aceptada en una sociedad abierta y democrática».

En una comparecencia para tratar las protestas y los actos vandálicos de los últimos días, Aragonès también ha dicho que los Mossos cuentan con el apoyo del gobierno catalán. Sin embargo, el vicepresidente catalán, que se encuentra negociando su investidura como presidente, ha asegurado que hay que ir más allá y «abordar la raíz de los problemas» y «encontrar una solución política al malestar social». «Sería un error dejar en manos de los Mossos la solución de conflictos sociales», ha añadido Aragonés, que ha pedido atender el malestar de la juventud y ha emplazado al Parlament a «abordar los problemas en su totalidad».

Por todo ello, ha solicitado que no se criminalice a la totalidad de los jóvenes y ha enfatizado que el gobierno catalán y el Parlament deben volcarse «a devolver a la juventud la confianza en el futuro y recuperar la ilusión por el presente».

Por otro lado, Aragonès ha recordado que el origen de las manifestaciones de estos días ha sido el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél y ha afirmado que se le hace «difícil de entender» que pueda estar en la cárcel por las » letras «de sus» canciones «. En este sentido, ha denunciado que «los últimos años hemos visto una vulneración del derecho a la libertad de expresión que ejemplifica claramente la baja calidad democrática del Estado español, que condena a prisión artistas por lo que han escrito o dicho». Asimismo, ha añadido que «España no es la mejor democracia del mundo ni mucho menos» y ha reclamado derogar la ley mordaza y eliminar el delito de injurias a la corona.

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