El pleno de la Cámara de Comercio de Barcelona celebrado este jueves ha quedado marcado por la discrepancia sobre si la institución ha de condenar los ataques que han sufrido comercios durante las protestas por el encarcelamiento de Pablo Hasél.
La Cámara, controlada por la ANC a través de la candidatura Eines de País, que se impuso en las elecciones con el futuro diputado de Junts Joan Canadell al frente, ha evitado que se emitiera un pronunciamiento público de condena.
Aunque la oposición forzó la votación para posicionar a la Cambra contra los ataques, Eines de País, encabezada por la presidenta en funciones Mónica Roca, hizo que prevaleciera su postura: no emitir un pronunciamiento público hasta que las 13 cámaras de comercio catalanas adopten una respuesta consensuada.
José María Torres, miembro de una candidatura derrotada en las elecciones de la Cámara, planteó, en concreto, un «rechazo sin paliativos a los actos vandálicos y el pillaje durante las manifestaciones en defensa de la libertad de expresión».
Eines de País se negó inicialmente a someter a votación en el pleno este planteamiento de mínimos, lo que hizo subir la tensión -con descalificaciones incluidas-, y prolongó la sesión cinco horas, hasta las 21 horas.
Finalmente, Eines de País, que cuenta con una amplia mayoría, aceptó que se votara y se impuso por 25 a 10, publica La Vanguardia.
