La séptima noche de protestas en las calles desencadenadas por el encarcelamiento de Pablo Hasél ha sido la que ha registrado menos incidentes graves, después de que los disturbios disminuyeran considerablemente la noche del domingo en comparación con la del sábado.
Este lunes, aunque se han quemado algunos contenedores, han sido menos que en anteriores ocasiones, y la protestas se han saldado con menos detenciones que ninguna otra noche: tres. A uno de los detenidos se le atribuyen desórdenes públicos y los otros dos tenían requerimientos judiciales pendientes.
Sin embargo, se ha producido un lanzamiento de piedras y botellas contra los agentes policiales que se encontraban en la entrada de la comisaría de Via Laietana de Barcelona, aunque de menor intensidad que en noches anteriores, y los manifestados han gritado contra los policías «pim, pam, pum, que no quede ni uno».
En Tarragona, se han quemado imágenes de la familia real española, y en Girona, una concentración ha exigido la disolución de la Brigada Móvil de los Mossos.
