El líder de JxCat, Carles Puigdemont, hace tiempo que presiona a los suyos para que el resultado de su partido en las elecciones del 14-F sea mucho más espectacular de lo que marcan las encuestas. Pero sobre todo lo está haciendo desde que ha anunciado que será el cabeza de lista. Y es que, tal y como explican fuentes de su equipo, ha tomado conciencia de que si su candidatura no termina ganando las elecciones y, sobre todo, quedando por delante de ERC, su figura podría empezar a pasar a la irrelevancia. Que las tesis de Esquerra derroten a las suyas supondría que su estrategia ha fracasado. Y estando lejos de Cataluña esto podría traducirse en un olvido de su figura a medio y largo plazo.
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