El precandidato Jordi Farré empieza a complicarse su propio futuro a base de ir muchas veces por delante de los hechos y de la propia verdad, lo que le está llevando a un estado de recelo entre sus propios seguidores y entre los medios.
En buena parte son las redacciones el sitio a donde están llegando y se están acumulando advertencias e informaciones sobre Jordi Farré en el sentido de que arrastra negocios pendientes, compromisos adquiridos y personas bastante enfadadas y dispuestas a explicar ciertas conductas y comportamientos que al menos a nivel personal no le ayudarían en su carrera electoral barcelonista.
Por ejemplo, cuando capitalizó el voto de censura en contra de Bartomeu y algunos medios se acercaron para conocer mejor y más de cerca al personaje, Farré fue explicando historias y versiones de hechos muy diferentes a la realidad. Por ejemplo, se autoproclamó fundador de la Penya Special Barça, de la cual su padre ha sido presidente, y explicó haberse gastado mucho dinero en seguir a ese equipo al extranjero por sensibilidad con la causa de la discapacidad intelectual. Uno de los promotores de esa Penya se vio obligado a aclarar en La Vanguardia que Jordi Farré en ningún caso participó en la fundación de la Penya, cuyo equipo fue invitado con todos los gastos pagados a ese partido y al viaje que dijo haber financiado con sus propios ahorros. Un desmentido categórico que puso en evidencia haber mentido alevosamente y en un terreno de tanto compromiso emocional y de delicada integración social como el del deporte relacionado con el colectivo de discapacidad intelectual.
Luego se supo, también, que durante la recogida de firmas del voto de censura, Jordi Farré vendió con un sobreprecio las papeletas que recibía del club, como único firmante y promotor del voto al resto de los grupos que querían colaborar.
También suenan campanas sobre que su propia gente y entorno empiezan a cansarse de determinados incumplimientos y promesas sin base. Existe cierta expectación por ver si las pizzas y los tattoos prometidos durante tres días se hacen realidad.
