El pleno del Congreso ha aprobado este jueves por 198 votos a favor, 138 en contra y dos abstenciones la Ley Orgánica de la eutanasia que permite la muerte asistida y convierte al Estado en el sexto país que la legaliza (por detrás de Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Canadá y Colombia).
La ley ha obtenido los votos del PSOE, Podemos, Cs, ERC, JxCat, PDeCAT, PNV, Bildu, Compromís, BNG, fuerzas que han recordado que la ley no obliga a nadie sino que ofrece a los pacientes en situación irresoluble la posibilidad de morir dignamente. Por el contrario, PP, Vox y UPN han denunciado lo que consideran una ley «inoportuna e inconstitucional» que en palabras del diputado de UPN Carlos García Adanero «empuja» los pacientes al suicidio.
La Ley -que llegó al Congreso en forma de proposición de ley del PSOE- ha superado el umbral de la mayoría absoluta que requiere su condición de ley orgánica y ahora se debatirá en el Senado.
Establece un procedimiento a través del cual el paciente puede pedir que se le aplique la eutanasia tanto en centros hospitalarios como en casa. Lo podrán solicitar los mayores de edad que sufran una enfermedad grave, crónica, invalidante o incurable en situaciones asociadas a un «sufrimiento físico o psíquico constante e intolerable» y cuando, además, exista la «seguridad» o una gran probabilidad de que no haya capacidad de cuidado o mejora.
Una vez complete la tramitación y entre en vigor, la ley regulará que quienes soliciten la eutanasia lo hagan en dos peticiones por escrito separadas por un mínimo de 15 días. La decisión debe ser autónoma y sin presiones, y se puede hacer patente a través de una declaración de voluntades anticipadas.
