Juan Carlos I ,el rey emérito de España, realizó al menos una decena de viajes en avión privado entre los años 2009 y 2018 pagados con 8 millones de euros de la Fundación Zagatka, una sociedad constituida en Liechtenstein de la que él era beneficiario y que dirigía su familiar Álvaro de Orleans-Borbón, publica El Confidencial.
La mayoría de estos viajes se produjeron a partir de la abdicación de Juan Carlos I, en 2014, y costaron 6.166.250 del total de 7.929.118 euros. La misma información especifica que los destinos fueron Santo Domingo (República Dominicana) dos veces, Vancouver (Canadá), Connecticut (Estados Unidos), Kuwait, Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos), las Bermudas y las Bahamas.
Los fondos, de origen opaco, proceden de uno de las ocho cuentas que Zagatka tenía en Credit Suisse y se destinaron a las compañías de vuelos privados Netjets UK Ltd (189.000 euros en 2009), Tag Aviations (casi 1 millón de euros en 2010) y Vistajet Aviation Services (576.310 en 2011). De las rutas de estos vuelos no ha quedado constancia en los documentos referidos por El Confidencial.
Esta información añade que ahí se refleja un paréntesis en el gasto en jets privados hasta noviembre de 2014, cuando Juan Carlos I ya era rey emérito, y a partir de entonces constan pagos sólo a la británica Air Partner. Según El Confidencial, el método de pago era siempre la carga de las facturas de Air Partner por parte del gestor de Zagatka y abogado de Juan Carlos I, Dante Canonica, a cuentas de esta sociedad (primero de Credit Suisse y, desde 2015, de Lombard Odier).
Así, aparentemente, el nombre del rey emérito no aparecía en ninguna parte, ya que tampoco se anotaban los de los pasajeros, si bien en dos contratos aparece como cliente el Palacio de la Zarzuela y en uno, el nombre del escolta de Juan Carlos I. Además, El Confidencial añade, a partir de la información de Zagatka, que el monarca contrató bonos de 100 horas de vuelo para rebajar el gasto, lo que es indicativo de la cantidad de desplazamientos, y que cada uno costó 980.000 euros y que los agotó en menos de un año.
Los pagos de estos viajes, así como los 6,5 millones ingresados en cinco transferencias de origen desconocido en una de las cuentas de Zagatka en Credit Suisse, se encuentran bajo la lupa de la Fiscalía del Tribunal Supremo.
