La portavoz del Gobierno y consejera de la Presidencia, Meritxell Budó, ha asegurado que un confinamiento domiciliario como en el mes de marzo "es una posibilidad" y que "probablemente" comportaría el cierre de las escuelas. "El tema del confinamiento domiciliario está presente en los debates. Es una posibilidad a tener en cuenta en función de la evolución de los datos epidemiológicos y del criterio de las autoridades sanitarias", ha reconocido Budó este sábado a los micrófonos del Via Lliure de RAC1.
"No está previsto de manera inmediata, pero no podemos hacer ninguna afirmación categórica", ha apuntado la portavoz del Govern, que también ha justificado la necesidad del estado de alarma en Cataluña "como un paraguas legal" para decretar un toque de queda nocturno.
El viernes por la noche el Govern pidió al ejecutivo español que decrete el estado de alarma para poder aplicar un toque de queda nocturno. Ahora se está a la espera que el consejo de ministros se reúna y se publique el decreto, momento en qué lo Procicat anunciará las nuevas medidas. Respecto al cierre de bares y restaurantes, la consejera de Salud, Alba Vergés, ya ha avisado que las dos medidas podían "coexistir" y que por lo tanto, no era sinónimo que se volvieran a abrir los locales.
