El decano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación Blanquerna, en punto de mira del procesismo

Josep Maria Carbonell denuncia los ataques contra el cardenal Omella y recuerda a Torra, Junqueras, Forn y Puigdemont que la Iglesia es "una comunidad de creyentes" y no "de los pueblos" y aún menos "de los estados"
Josep Maria Carbonell y el papa Francisco

Josep Maria Carbonell, decano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación Blanquerna, publicó el pasado 29 de julio un artículo en La Vanguardia que empezaba así: "Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y Quim Torra, los tres, han decidido ya hace tiempo ir a por todas. Y sí hay que destruirlo todo en nombre de la independencia de Cataluña se destruye. Ahora le toca a la Iglesia: la trompeta del ataque ha sonado y los jinetes de la independencia han decidido cabalgar contra los obispos y el propio Papa. El cabeza de turco es ahora el cardenal Omella, mañana será el copríncipe y arzobispo de la Seu, después el arzobispo de Tarragona y seguirán". El artículo se titulaba "Los galicanistas catalanes".

El 3 de agosto, La Vanguardia le publicaba un artículo de réplica al ex-consejero de Interior Joaquim Forn con el título de "Ni galicanistas ni desarraigados". Cinco días, más tarde, en el mismo periódico, el diputado de ERC en el Congreso Joan Capdevila también intervenía en el debate "como católico y político independentista". Su artículo se titulaba "Pipo y el galicanismo". Pipo es como se conoce familiarmente a Josep Maria Carbonell y el galicanismo es un movimiento católico francés del siglo XVII que proponía que la Iglesia pasase a depender de Francia y no de Roma y el Papa.

Carbonell escribió su artículo después de que el presidente de la Generalitat recriminara al cardenal Juan José Omella que no haya hecho nunca declaraciones públicas favorables a los presos condenados por su implicación en la organización del referéndum del 1 de octubre. Joaquim Forn explica en su artículo que pidió a Omella que lo visitara en la cárcel y que no lo hizo. Y Capdevila recrimina al decano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Fundación Blanquerna que su artículo saliera publicado coincidiendo con la negativa judicial a que Oriol Junqueras y otros presos independentistas continuasen disfrutando del tercer grado penitenciario. Además, el diputado de ERC acusaba a Carbonell de querer hacer méritos para que lo nombren embajador ante el Vaticano.

Josep Maria Carbonell reaccionó enviando un nuevo texto a La Vanguardia donde afirmaba que las críticas mencionadas provenían de personas que "son integristas que hacen una fusión entre la nación, la república y Dios, asentando una nueva verdad, si me permiten, con pretensión redentora" y afirmando que "en Catalunya nos hace falta una Iglesia que sea espacio de comunión y unidad".

La Fundación Blanquerna se define como "un proyecto integrador de formación universitaria de inspiración cristiana, de acuerdo con el Concilio Vaticano II". La división civil en torno al debate sobre la independencia de Catalunya ha impactado de pleno en el corazón de la Iglesia catalana.

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