La consejera de Salud, Alba Vergés, el secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, y el director de la nueva Unidad de Seguimiento de la Covid-19 en Cataluña, Jacobo Mendioroz, han presentado este martes las líneas estratégicas del Plan de Control de la Transmisión de Covid-19 en Cataluña.
El plan consta de hasta cinco niveles, que corresponden a una situación epidemiológica concreta e implica varias medidas adecuadas a la situación. Es decir, en caso de que alguna ciudad o región sanitaria pase del nivel 1 al 2 por un aumento de los casos, las medidas se endurecerían. Ahora, en Lleida habría un nivel 4 y en Barcelona un nivel 3.
Argimon ha asegurado que el Gobierno no se planteará ordenar un confinamiento total si la situación epidemiológica no amenaza de colapsar los hospitales, especialmente las Unidades de Cuidados intensivos (UCI).
Una situación que, por ahora, no ha llegado. "Hoy tenemos pacientes jóvenes, con poco riesgo de enfermar. Tenemos impacto en los CAP pero no en las UCI. En principio no estamos en una situación de pensar que tenemos que reducir la actividad o la movilidad", ha dicho.
Por su parte, la consejera Vergés ha defendido que en las últimas semanas se ha pasado de hacer 42.000 pruebas PCR a 72.000. También ha recordado que hay 568 gestores Covid contratados y 928 rastreadores, con capacidad para llegar a los 2.000 si la situación epidemiológica lo requiere. En paralelo, hay 930 camas críticas a disposición en todo el país, con posibilidad de llegar a los 2.023. En cuanto a los respiradores, hay 720 en reserva, con posibilidad de tener 2.000.
