El infectólogo Oriol Mitjà, que ha sido asesor del gobierno catalán durante la crisis sanitaria de la Covid-19, ha asegurado que no se quiere dedicar a la política y que "sería feliz paseando mi perro por Arenys". En una entrevista a RAC1, Mitjà ha afirmado que si se hubiera querido dedicar a la política, "ya habría tenido la oportunidad de hacerlo". Este investigador ha reconocido que era la primera vez que "navegaba" entre políticos y ha subrayado que los hay en todos a los partidos que "han dado la piel" y otros que "sólo iban a hacer electoralismo".
Asimismo, este infectólogo catalán se ha mostrado molesto por el hecho que el ejecutivo catalán no siguiera las directrices marcadas en su plan: "La Generalitat no ha hecho caso del plan que les entregamos. Lo pasaron por la limpiadera y ha predominado el plan de las personas que están ejecutándolo, que tienen unas ideas más conservadoras que las que nosotros proponíamos", ha lamentado Mitjà, que también ha revelado que le ofrecieron un cargo que no ha querido detallar.
Mitjà, que ha admitido que quería ser crítico con el gobierno fuera del color que fuera y aunque fuese el gobierno catalán quién le encomendara la tarea que ha llevado a cabo, ha enfatizado que hizo llegar su correspondencia a la "cúpula" de los socialistas con el objetivo de transmitir "las preocupaciones de la comunidad científica". "Nadie me hizo caso, hablé incluso con un expresidente del gobierno. Algún día escribiré un libro y daré nombres", ha indicado.
Este infectólogo ha remarcado que "a algunas personas no les pareció bien que criticara el gobierno de Sánchez" y ha afirmado que "se sorprenderían si supieran de quien soy votante". "Sólo pedía que me juzgaran por las propuestas científicas", ha declarado.
Respecto su vínculo con los dirigentes políticos catalanes, ha expresado: "El presidente Torra y la portavoz Budó han sido excelentes, han trabajado muy bien, igual que la consejera Vergés, que ha sido una trabajadora incansable".
