El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, ha comparecido este domingo después de una nueva reunión telemática, por quinto domingo consecutivo, con los presidentes de todas las comunidades autónomas.
Parece que ha sido una reunión complicada, en la que ha habido muchas quejas por parte de los presidentes, sobre todo porque este lunes acaba el periodo de quince días de confinamiento total en el Estado y los trabajadores no esenciales tendrán que volver al trabajo.
Sánchez ha asegurado que "ni siquiera se está entrando en la segunda fase", y ha reiterado que sigue el estado de alarma y que, a pesar del regreso al trabajo de millones de trabajadores, "continúa el confinamiento general".
En este sentido, ha dicho que sólo se ha acabado el "periodo de hibernación" de la Semana Santa, y que se usarán "marcadores" para hacer un seguimiento de la situación y "reforzar las restricciones" si hace falta.
El presidente del gobierno español ha afirmado que "la desescalada empezará, como muy temprano, de aquí a dos semanas", pero ha pedido una "desescalada política" y que se acaben las "palabras gruesas". En este sentido, de nuevo ha pedido impulsar con unidad unos nuevos "pactos de la Moncloa".
En el turno de preguntas y defendiéndose de quienes lo acusan de "temerario" y de seguir criterios políticos, como por ejemplo el presidente Quim Torra, el presidente del gobierno español ha asegurado que toma las decisiones en función de "criterios científicos" marcados por el comité científico y los expertos, y no de acuerdo con "criterios políticos".
