Los eurodiputados de Junts per Catalunya Carles Puigdemont y Toni Comín han retirado su solicitud de ingreso al grupo de los Verdes/ALE en el Parlamento Europeo, que tenía que ser votada por los eurodiputados que son sus miembros este miércoles.
El expresidente y el exconsejero han comunicado la decisión por carta a los copresidentes de los Verdes/ALE, la alemana Ska Keller y el belga Philippe Lamberts, que había mostrado sus reticencias sobre la inclusión de los dirigentes independentistas.
Puigdemont y Comín los expresan que "lo último" que desean es integrarse en un grupo después de un proceso que "haya podido causar serias discrepancias" internas y ser un factor de discordia.
Keller ha manifestado que, además de diferencias ideológicas por la tendencia liberal que atribuye JxCat, los separa de Puigdemont la estrategia sobre el caso catalán. La copresidenta de los Verdes apuesta por el diálogo y tiene la impresión de que el planteamiento de Puigdemont no es exactamente ese.
Una reunión de conciliación entre Keller, Lamberts, la eurodiputada de ERC Diana Riba y el representante corso François Alfonsi acabó el pasado día 22 sin acuerdo, y este grupo del Eurocámara había incluido como primer punto en la orden del día de este miércoles la toma de una decisión sobre Puigdemont y Comín, que habría podido abrir la puerta seguidamente a Clara Ponsatí, eurodiputada gracias al reparto de escaños resultante del Brexit. En el grupo de los Verdes/ALE, del que también forma parte el representante de los comunes, Ernest Urtasun, las formaciones nacionalistas como ERC suman sólo 7 de los 74 eurodiputados.
El copresidente Lamberts consideró que era un "problema" y un movimiento "incongruente" el intento de adhesión por parte de Puigdemont, aduciendo que los valores del grupo de los Verdes/ALE son opuestos a los de los sus "mejores amigos belgas", los nacionalistas flamencos de N-VA . Según Lamberts, la "lógica" tendría que llevar a Puigdemont al mismo grupo que N-VA, en el que también está Vox. Los eurodiputados de los Verdes también habían manifestado incomodidad porque no habían tenido contacto directo previo con Puigdemont ni Comín.
