La extrema derecha tendrá finalmente representación en la Mesa de Congreso después de que haya fracasado el intento de conformar un cordón sanitario por parte de la izquierda. A pesar del rechazo de Vox al acuerdo planteado por el PP, que se prestaba a ceder votos al partido de Santiago Abascal para que tanto ellos como Ciudadanos tuvieran asientos en el órgano de gobierno de la cámara baja, ha conseguido con sus propios votos una vicepresidencia, la cuarta, que la ocupa el diputado Ignacio Gil Lázaro.
Se trata de un veterano diputado de la Comunidad Valenciana que ha estado más de tres décadas en la cámara baja primero con Alianza Popular y después con el PP y que finalmente abandonó la formación conservadora para incorporarse a Vox.
Meritxell Batet repite como presidenta de la cámara baja después de haber conseguido el apoyo de la mayoría simple en segunda votación (166 votos, ante los 140 conseguidos por la popular Ana Pastor), y por ello se ha convertido en la tercera autoridad del Estado.
La vicepresidencia primera de Congreso ha recaído en el también socialista Alfonso Gómez de Celis (con 108 votos), la segunda, en la parlamentaria del PP y expresidenta de Congreso Ana Pastor (101), y la tercera en la diputada de Unidas Podemos Glòria Elizo (77). A Gil Lázaro, cuarto vicepresidente, sólo le han votado los 52 parlamentarios de Vox.
En cuanto a las secretarías, la primera ha recaído en el diputado de En común Podemos Gerardo Pisarello (con 91 votos), la segunda en la socialista Sofia Hernanz (87), la tercera en el parlamentario de Unidas Podemos Javier Sánchez Serna (60) y la cuarta en el popular Adolfo Suárez Illana (58).
El PSOE ha logrado tres lugares de la Mesa, igual que Unidas Podemos. El PP logra dos, Vox se queda con uno y Ciutadans no consigue representación. En el último momento, los socialistas y el grupo confederal han arrebatado un lugar a la extrema derecha en la Mesa sumando sus votos -y los de otras fuerzas como ERC o JxCat- para designar Javier Sánchez Serna como secretario.
