Torra incumple los mandatos democráticos del Parlament

La Generalitat sólo acepta los acuerdos independentistas, pero rehuye todo lo que tiene que ver con el Estado del bienestar
Torra en el Parlament

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, y su Gobierno siempre esgrimen que ante las votaciones de carácter independentista en el Parlament tienen que cumplir con el "mandato democrático". Sin embargo, este mismo celo no lo aplican cuando se trata de llevar a cabo las votaciones que implica el Estado del bienestar. La lista de los incumplimientos es larga: afectan educación, infancia, salud, renta garantizada, gente mayor, vivienda, fiscalidad, movilidad, turismo, medio ambiente, igualdad, derechos sociales o universidades.

De toda esta retahíla de propuestas incompletas, la más reiterada tiene que ver con las universidades. El año 2012, el Gobierno de Artur Mas aplicó unos fuertes recortes en todo el aspecto del Estado del bienestar, poniendo el foco en políticas que llevaran a la independencia. Carles Puigdemont siguió las huellas y Quim Torra ha hecho lo mismo. Sin presupuesto desde 2017, el Parlament ha aprobado en tres ocasiones la rebaja del 30% de las tasas universitarias y el aumento de la financiación de las universidades públicas catalanas. A pesar de esto, el gobierno catalán sigue sin ejecutar el "mandato democrático" expresado por la cámara.

Lo más paradójico, incluso, es que quién fue el artífice de aquellos recortes, Antoni Castellà, entonces bajo el departamento de Andreu Mas-Colell, es ahora diputado de Demócratas en el grupo de ERC y vota a favor de la reversión de la política que él mismo llevó a cabo.

Así mismo, el gobierno de Torra no financia las guarderías a pesar de los numerosos compromisos del consejero Josep Bargalló. En la lista también hay la falta de compromiso con la formación profesional o la escuela inclusiva. No ha desplegado la ley de la infancia y también hay una falta de gestión con los menores extranjeros no acompañados.

Las listas de espera sanitarias siguen aumentando sin poner freno. Ha fracasado en el despliegue de la renta garantizada de ciudadanía y Cataluña es la comunidad con una lista de espera más grande por el reconocimiento de los derechos de la ley de la dependencia.

Así mismo, la "independencia" tapa los problemas de relación laboral de la Generalitat con médicos, enfermeras, bomberos, mossos y maestros. A pesar de varios compromisos, estos colectivos siguen sin ver como mejoran sus puestos de trabajo.

Todos estos aspectos formaban parte de aquello que durante meses se dijeron "estructuras de Estado" y que el gobierno catalán tenía que aplicar por "mandato democrático". De momento, la Generalitat sigue sin presupuesto, trabajo que le corresponde al vicepresidente económico, Pere Aragonès, por lo cual tampoco puede hacer nada. Así, se mantiene la parálisis gubernamental y se siguen incumpliendo los "mandatos democráticos" siempre que represente un aumento del gasto.

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