Los vecinos del Fòrum desconfían de las construcciones de lujo

El complejo hotelero y el edificio de apartamentos previstos ponen la mosca detrás de la oreja de los vecinos por los altos niveles de contaminación de la zona
Edificio Antares

La zona fronteriza entre Barcelona y Sant Adrià de Besòs, en la zona del Fòrum, es la última pastilla de fachada marítima de primera línea de mar que queda por reurbanizar. Un codiciado espacio objeto de diferentes reformas que ahora parece que ha encontrado el plan estrella para sorpresa mayúscula de los vecinos. Un edificio de apartamentos de lujo, que ya se están vendiendo antes de ser construido por entre ocho y diez millones de euros el piso, y un complejo hotelero de cinco estrellas. "No entendemos cómo han podido dar todos los permisos para levantar unos edificios de estas características. Está en una de las zonas más contaminadas de la ciudad tanto en el aire como de olor", explica Silvina Frucella miembro de la plataforma Calidad del Aire y vecina de la zona que añade que "suponemos que es por qué es la única zona directa al mar que todavía está virgen"

Y este es el quid de la cuestión, la anhelada primera línea de mar. "Los poderes económicos conseguirán lo que los ciudadanos no hemos conseguido, que es mover las eléctricas y arreglar la depuradora o trasladarla para que cuando se den cuenta cuenta de los olores, ni podrán vender los pisos ni vendrán los turistas. Tú no pagas un montón de dinero por estar siempre soportando mal olor", dice Frucella, en un sentimiento común entras los vecinos. La activista del aire, que tilda de irresponsables a los políticos, asegura que el objetivo final es gentrificar la zona "para hacer la continuación de Diagonal Mar. Van eliminando las personas con menos recursos, y con esta zona de Sant Adrià pasa lo mismo. Tú no te compras un ático de 10 millones para tener vistas a La Mina".

Cuando menos es sorpresivo la planificación urbanística de la zona. Sólo una calle separa la zona de nueva construcción de una de las más degradadas de la ciudad pero con un elemento común que les iguala a todos, la hedor que desprende tanto la incineradora como la depuradora de aguas. La activista de Calidad del Aire afirma que "le preguntamos al alcalde de Sant Adrià sobre el tema de los olores y la contaminación y los pisos y el hotel de lujo, pero su respuesta nos dejó un poco sorprendidos, porqué según él mismo nos dijo, los promotores no consultaron ni preguntar nada al consistorio de Sant Adrià".

Los vecinos continúan preguntándose porqué en una zona tan contaminada y que tiene episodios de malos olores que según denuncian "no podemos abrir ni las ventanas algunos días", se instalarán estos edificios de lujo. La respuesta quizás la han encontrado ellos mismos. Según nos explica Silvina Frucella, con otra compañera preguntaron sobre el tema en una urbanización, los Jardines del Fòrum, de nueva construcción que se está llevando a cabo en el barrio de La Catalana en Sant Adrià, un edificio de pisos quizás más asequibles a medio millón cada uno, y afirma que "la urbanización Jardines del Fòrum se está haciendo junto a La Catalana, en unos terrenos que tienen el suelo muy contaminado porque antes había una fábrica de hidrocarburos y cuando pides información a los promotores te dicen que tienen vistas al mar a pesar de que están ante la central térmica, y que en dos años todo aquello va fuera".

Las nuevas construcciones estarán a ambos lados del Fòrum, en la parte de Barcelona y de Sant Adrià, en una zona de amplios espacios sin construir que tienen el mar a tocar pero también una de las zonas más deprimidas y con la renta per cápita más bajas del área metropolitana.

En la zona de Barcelona se pone en marcha la remodelación de lo que se conoce como el edificio esqueleto, un gigantesco rascacielos de la inmobiliaria Espais que se quedó paralizado en 2009 al estallar la burbuja inmobiliaria y dónde ahora un fondo de inversión belga, la Shaftesbury Asset Management que ha pagado 45 millones de euros por el inmueble, prevé levantar el edificio Antares, un macro complejo de pisos de lujo diseñados por la arquitecta francesa Odile Decq, que pronto empezará las obras. El rascacielos que ya tiene ofertas de compra millonarias se promociona como "the new masterpiece of Barcelona" y un industrial de origen ruso ha comprado el ático por 10 millones de euros. El edificio que tendrá unas vistas de 360 grados sobre Barcelona mirará hacia el mar des del Fòrum, pero también hacia el Besòs y la Mina, una de las zonas más desfavorecidas del área metropolitana.

En Sant Adrià, por su parte, se construirá un complejo hotelero de súper lujo, el Hard Rock Hotel, en un terreno adquirido por el fondo ASG en primera línea de mar. Una inversión de 200 millones de euros para construir una superficie de 30.000 metros cuadrados en la que habrá un hotel de 504 habitaciones, piscinas, restaurantes y zonas de ocio que abrirá sus puertas en 2022. Un complejo de lujo que aprovecha la moratoria sobre los hoteles que tiene Barcelona pero de la cual Sant Adrià, situado a un golpe de metro del centro de la Ciudad Condal, está exenta. Dos promociones de lujo con un nexo en común que no son el dinero, y es que en la zona donde se ubicarán también hay la depuradora de aguas, dos centrales térmicas, un tanatorio con hornos de cremación y la incineradora de residuos. Un conglomerado de instalaciones responsables del mal olor que arrasa los barrios a ambos lados del Fòrum y que provoca que sea una de las zonas con los índices de contaminación más altos de la ciudad.

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