El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont no se ha desplazado hasta Estrasburgo para no asumir el riesgo de ser detenido por la policía francesa. Se encuentra en la localidad fronteriza de Kehl (Alemania) y ha regresado a Waterloo. El consejero de Acción Exterior, Alfred Bosch, considera que la decisión de no cruzar la frontera es "comprensible", y destaca que el "principal problema" es que "se han vulnerado los derechos de los diputados".
La sesión constitutiva del Parlamento Europeo ha empezado este martes a las 10 h sin la presencia de los electos Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y Toni Comín, a los que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha denegado una medida cautelar este lunes para que pudieran ocupar provisionalmente el escaño. Ninguno de los tres exmiembros del gobierno catalán pueden, de momento, ejercer como eurodiputados después de no haber jurado o prometido la Constitución ante la Junta Electoral Central.
Gonzalo Boye, el abogado de Puigdemont, que había dicho que el expresidente y Comín irían "sin duda" a la Eurocámara, ha asegurado en TV3 que el expresidente se encontraba a 3 kilómetros de la sede de esta institución, si bien no ha aclarado si en territorio alemán o francés, alegando motivos de seguridad.
En cambio, ha asegurado que tenían informaciones fiables sobre la presencia de agentes de la policía española que podrían practicar la detención de Puigdemont con el permiso de Francia, por lo que estima "muy elevado" el riesgo de detención. Además, ha asegurado que estaban haciendo "las últimas valoraciones" sobre la posibilidad de cruzar la frontera.
Por su parte, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, no viajará a Estrasburgo. Fuentes del departamento de la Presidencia citadas por la Agencia Catalana de Noticias han indicado este lunes que Torra ha tomado la decisión por el riesgo de incendios en Cataluña y después de haber hablado con Puigdemont.
Las entidades independentistas calculan que han movilizado a unas 6.000 personas ante la sede del Parlamento Europeo, donde han hecho sonar gritos como "Puigdemont, nuestro presidente" y "Lo volveremos a hacer".
