El rey Felipe VI asistió, este pasado jueves por la noche, a la cena de gala del Salón Internacional de la Logística (SIL), celebrado en el recinto del MNAC, en Montjuïc. Las medidas de seguridad para participar en este acontecimiento fueron estrictas para evitar cualquier incidente de corte independentista, pero, sin embargo, al monarca le colaron un “gol”.
La empresa Singularis, contratada para servir la cena, ofreció a los comensales un vino blanco y un cava de las bodegas Sumarroca para acompañar el ágape (gazpacho de fresón con gambas, lubina con emulsión de patata violeta y vinagreta de verduras y cremoso de pasión con chocolate blanco y bizcocho de chocolate). Las bodegas Sumarroca pertenecen a la familia del mismo apellido, estrechamente vinculada a Jordi Pujol y de firmes convicciones nacionalistas. Algunos de sus miembros están imputados por la Audiencia Nacional por el caso del 3% de financiación ilegal de CDC.
A muchos de los asistentes a esta cena de gala del SIL no se les escapó el detalle que Singularis hubiera elegido el vino y el cava de la empresa Sumarroca. Las bromas fueron recurrentes. Además, el servicio fue exasperantemente lento.
