La fachada del Palau de la Generalitat todavía mostraba a primera hora de este jueves la pancarta que reclamaba "libertad" para los "presos políticos" y exhibía un lazo amarillo, que ha sido tapada hacia las 10.30 por otra que mantiene el mensaje y sólo cambia el color del lazo. Este es blanco y aparece atravesado por un trazo rojo, como las conocidas pancartas de la campaña de Òmnium Cultural a favor de los dirigentes procesistas presos o instalados en el extranjero. Además, en una ventana del Palau cercana al balcón se ha colgado una pequeña pancarta donde el trazo rojo atraviesa una máscara blanca y se expresa "Libertad de expresión".
De este modo, el gobierno que encabeza Quim Torra obedece la orden de retirar la pancarta del lazo amarillo, emitida por la Junta Electoral. Torra cargó sobre el Síndic de Greuges -el defensor del pueblo catalán- buena parte del peso de la decisión, ya que le pidió un informe y aseguró que consideraría vinculante su recomendación. El Síndic, una institución que tiene como misión garantizar los derechos de las personas a una buena administración gubernamental, por su parte, ha revelado que el gobierno catalán ya conocía desde el pasado viernes que la recomendación sería retirar los lazos "de forma excepcional", lo que retrata la petición del informe como una escenificación.
