Los partidos de la oposición –aquí y en cualquier sociedad politizada– van escogiendo objetivos concretos del gobierno en función de la época para centrar sus críticas. Durante mucho tiempo, el presidente del Parlament, Roger Torrent, fue la diana de la gran mayoría de partidos no independentistas en Cataluña. El presidente de la Generalitat, Quim Torra, también ha sido objeto de duras críticas durante muchas semanas, de manera casi ensañada, en algunos casos. El consejero de Interior, Miquel Buch, y la de Cultura, Laura Borràs, también han visto como de repente su nombre estaba en el centro de todos los debates políticos por los ataques de los partidos de la oposición.
Ahora, pero, todo apunta que los vientos soplan de mal lado para la consejera de Justicia, Ester Capella. Las informaciones referidas a los presos independentistas y al trato que podrían tener dentro de los centros penitenciarios, según el parecer de la oposición, están haciendo que despacio la consejera se esté situando en el ojo del huracán. "Tendrá que soportar críticas por todos lados", admite en privado un dirigente de Ciutadans (Cs). De momento, Ester Capella no ha mostrado signos de debilitarse, pero fuentes de Cs, PPC y PSC prevén que su discurso respecto de la consejera de Justicia se endurecerá, sobre todo a partir de ahora, que estamos a las puertas del juicio a los presos. Y es que, aunque no lo parezca, los políticos también necesitan ir cambiante de diana para seguir disparando.
