El gobierno catalán llama a la calma ante la alerta terrorista en Barcelona que ha difundido el servicio consular de los Estados Unidos. El consejero Miquel Buch dice que lo investigarán como en el resto de avisos.
De momento, ya se han reforzado los agentes a La Rambla y otros puntos turísticos, y desde la vertiente de investigación la policía intenta averiguar qué hay de cierto. El Departamento de Interior da una credibilidad mediana al aviso y en todo caso rebaja la alarma que ha generado.
El consejero no cree que se cambie el nivel de alerta antiterrorista de 4 a 5.
La Guardia Urbana de Barcelona sabe desde domingo sobre este posible atentado y la regidora Janet Sanz dice que seguirán las instrucciones de los mossos para prevenirlo.
La alerta se ha sabido por un aviso en las redes sociales del servicio consular de los Estados Unidos. La hipótesis es que un hombre quiere hacer un atropello en el centro de Barcelona coincidiendo con la Navidad o Fin de año. Los servicios de inteligencia norteamericanos hablan textualmente de La Rambla, pero también otros puntos turísticos.
El sospechoso es un hombre marroquí conductor de autobuses, y por lo tanto la policía controlará especialmente vehículos grandes.
