Una de las reivindicaciones históricas sobre movilidad de la comarca del Baix Llobregat ya tiene respuesta favorable. El Consejo de Estado ha aprobado la conexión de la A-2 con la AP-7 a la altura del término municipal de Sant Andreu de la Barca, una obra que exigían el municipio, las empresas y la comarca del Baix Llobregat.
La obra que contempla la construcción del enlace que comunicará la comarca del Vallès con el Baix Llobregat empezó en diciembre de 2006 y el proyecto inicial preveía la construcción de una carretera de 2,4 kilómetros. El objetivo de la obra es conectar las dos vías, A-2 y AP-7 con un viaducto de 850 metros en una zona por la cual pasan cada día más de 200.000 vehículos. La conexión, por la cual está previsto que cada día pasen 40.000 vehículos, prevé ahorrar hacer un trayecto de 12 kilómetros por carreteras comarcales.
Pero en 2010 hubo la primera parada de los trabajos justificada por recortes presupuestarios derivadas de la crisis económica. Ahora, el Consejo de Estado ha dado luz verde a la finalización de la obra. Una decisión que ha sido muy acogida por parte de la delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, quien se había comprometido ante la patronal PIMEC Baix Llobregat-L'Hospitalet a desbloquear estas obras de conexión de la autovía A-2 con la autopista AP-7.
Desde PIMEC Baix Llobregat-L'Hospitalet se había ha reclamado al gobierno central la finalización de las obras que estaban paradas "sin ninguna justificación ni explicación", según esta patronal. Y así se lo hicieron saber en una reunión que tuvieron al pasado 27 de noviembre con la subdelegada del Gobierno en Barcelona, Montserrat Garcia, en la que reclamaron las principales infraestructuras actualmente paradas a la comarca.
