La candidatura de Manuel Valls al Ayuntamiento de Barcelona, auspiciada inicialmente por Ciutadans y Sociedad Civil Catalana (SCC), tiene la voluntad de abrirse a otros sectores y sensibilidades políticas para devenir muy plural y transversal. La trayectoria del ex primer ministro francés ayuda, puesto que conjuga su larga militancia socialista con un defensa insobornable de los valores republicanos democráticos.
A pesar de que ha sido calificado de “paracaidista” y “oportunista” por sus detractores, su irrupción en la precampaña electoral en Barcelona ha sido un revulsivo y no todo el mundo le da la espalda. Al contrario, su candidatura es muy bien vista, por ejemplo, por miembros de las logias masónicas de la ciudad, que ya se están movilizando para apoyarle, según ha podido constatar EL TRIANGLE.
Fraternidad obliga. Y es que Manuel Valls ha sido iniciado en la orden de la escuadra y el compás. Concretamente, su entrada a la masonería francesa se produjo el año 2000, en la logia Ni amos ni dioses, fundada por masones de izquierdas y anarquistas. Uno de sus mejores amigos, Alain Bauer, fue gran maestro del Gran Oriente de Francia (GODF), la obediencia masónica más importante del hexágono, a la cual se adhirió. Su acceso a la masonería fue a instancias del anterior alcalde de Evry, al cual sucedió en el cargo, Jacques Guyard.
Oficialmente, Manuel Valls se desvinculó de la logia Ni amos ni dioses en 2005. Pero un masón, aunque se dé de baja, siempre continúa siéndolo y esto es lo que merece el reconocimiento de muchos miembros de la influyente fraternidad en Barcelona, que últimamente se han acercado a Manuel Valls para manifestarle la conexión con su nuevo proyecto político para conseguir la alcaldía. En los próximos días está previsto un encuentro, formal pero discreto, de un grupo de masones catalanes con el candidato al Ayuntamiento.
