El curso político ha empezado con un enfrentamiento de proporciones gigantescas entre los constitucionalistas y los independentistas. En este ambiente, pero, se pudo introducir una tregua gracias a la prensa. Y es que el Colectivo Ciutadella, la asociación que agrupa a los periodistas que cubren la información política, se estrenó en el Parlament con un acto con el cual se quiso hacer sentar de lado y respondiendo a preguntas conjuntamente a las autoridades de Cataluña, con independencia de su sensibilidad política.
Así, la entidad invitó a participar en esta inédita fórmula el presidente de la Generalitat, Quim Torra; el del Parlament, Roger Torrent; la delegada del gobierno del Estado, Teresa Cunillera, y la jefa de la oposición, Inés Arrimadas. Cuatro figuras, cuatro estamentos institucionales diferentes, cuatro partidos y sensibilidades distintas, y todas juntas podían demostrar que son capaces de rebajar la tensión y hacerse una foto plural cuando es la prensa quién les reclama para responder preguntas. Pero Cs no debía pensar que fuera bueno para ellos aparecer como una formación tolerante y plural. Y por eso Arrimadas decidió plantar a los periodistas y rechazar la invitación. Sólo consiguió que Torra, Torrent y Cunillera quedaran infinitamente mejor que ella. Están hechos unos "cracs", los estrategas de Cs.
