Los comunes acaban de escoger su primera dirección en un tipo de elecciones internas que han propiciado la elección de la ejecutiva de Catalunya en Comú y los miembros de su consejo nacional. Cómo era de esperar, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el presidente del grupo parlamentario y a la vez líder de Podemos en Cataluña, Xavier Domènech, ganaron y ya son los nuevos coordinadores generales de los comunes.
Pero con lo que no contaban algunos desde dentro de la formación es que los de Colau y Domènech hicieran que este proceso de votaciones supusiera, a la práctica, el aplastamiento de la disidencia interna. Y es que los equipos de los ahora coordinadores movilizaron mucho su gente, pero en cambio no se esforzaron mucha para promover el proceso participativo de elección de la dirección.
Esto hizo que, al final, menos del 40% de la militancia acabara votando, pero que casi el 70% de los que lo hicieron lo hicieran por Colau y Domènech. La combinación de estas dos cosas hizo que las elecciones internas supusieran que los ganadores arrasaban y que la disidencia de Coláis -los federalistas y los anticapitalistas- hayan obtenido una representación casi testimonial en los órganos de dirección. La jugada los ha salido redonda.
