Los ex consejeros Meritxell Borràs, Carles Mundó y Santi Vila -los únicos que no están acusados de rebelión- y la exdiputada de la CUP Mireia Boya han comparecido esta mañana ante el Supremo.
El juez Pablo Llarena les ha comunicado su procesamiento por los delitos de malversación de caudales públicos y desobediencia en el caso de los ex consejeros, y sólo desobediencia en el caso de Boya.
Las comparecencias han sido muy breves. Borràs, Mundó y Villa sólo han respondido a las preguntas de sus abogados. A la salida del tribunal, Santi Vila ha negado que hubiera malversación el 1-O.
Mireia Boya, que ha cerrado esta ronda de indagatorias, se ha dirigido al juez y le ha indicado que la sentencia ya está dictada. Ha afirmado que el juicio real será en instancias internacionales.
La exdiputada también ha dicho que no le parece justo que para pedir un debate en el Parlament se la procese por desobediencia y a Carme Forcadell por permitirlo, por rebelión. Y Llarena le ha respondido: «Si quiere, la proceso por rebelión».
Este lunes recibieron la comunicación los exmiembros de la Mesa del Parlamento que están en libertad –Anna Simó, Lluís Guinó, Lluís Corominas y Joan Josep Nuet-, que invocaron su inviolabilidad parlamentaria para tramitar las leyes de desconexión.
Con las comparecencias de este martes, el juez ha comunicado el procesamiento a los 25 encausados de este procedimiento.
