La sala de lo penal del Supremo ha abierto la puerta a la posibilidad de dictar una nueva petición de extradición del ex-presidente Carles Puigdemont, esta vez por el delito de sedición.
En respuesta al recurso que presentó Jordi Sànchez contra la negativa del juez Pablo Llarena de ir al primer pleno de investidura, la sala asegura que la violencia se produjo.
El texto de la interlocutoria aprovecha para criticar la resolución del tribunal alemán que rechazó el delito de rebelión para la extradición de Carles Puigdemont. El texto considera que si el 1 de octubre hubiera habido una presencia más fuerte de los cuerpos de seguridad, se podría haber hablado de una «masacre».
En el texto se resalta que el 1 de octubre salieron a la calle y defendieron los colegios electorales 2 millones de personas, y que con el despliegue de 6.000 agentes de los cuerpos de seguridad no se pudo impedir que se hiciera el referéndum ante el gran número de gente.
La resolución dedica parte del texto a criticar al Tribunal alemán de Schleswig-Holstein, que rechazó el delito de rebelión porque no se podía considerar que hubiera habido violencia.
La interlocutoria abre la puerta a que si «no se constataba suficientemente el elemento de la violencia» se podría «subsumir la conducta de los sujetos investigados en el tipo penal de sedición».
