Pepe Rubianes ya tiene una calle en Barcelona. Su nombre sustituye al del almirante Cervera. Ada Colau calificó a este militar de «facha» en el acto que se hizo este domingo 15 de abril para celebrar el cambio de las placas de esta calle del barrio de la Barceloneta. Creo que la alcaldesa se excedió en la etiqueta que le endilgó, porque el almirante Pascual Cervera vivió en una época previa al fascismo. Para la historia ha quedado como el militar que España envió a Cuba a defenderla del ataque de la armada de Estados Unidos y que fracasó en el empeño.
La palabra «facha» ya hace tiempo que forma parte del vocabulario habitual en Catalunya para atacar a los adversarios políticos, que, tal y como están las cosas, significa independentistas y anti-independentistas. Y, tal y como están las cosas, fui al acto sufriendo porque al enterarme de que participaría Joan Manuel Serrat temía que parte del público lo pitase. El mismo día tenía lugar la concentración de protesta porque los presidentes de Òmnium Cultural y la Asamblea Nacional Catalana cumplían seis meses de encarcelamiento y los ánimos estaban calientes.
Me equivoqué. Aunque no faltaron lazos amarillos ni entre el numeroso público ni entre los que tomaron la palabra en el acto, y que apareció alguna estelada, la intervención de Serrat fue aplaudida y no escuché ningún silbido. Interpretó su tema Sería fantástico y pensé que habría sido fantástico que yo hubiera podido disfrutar de la fiesta sin tener que esperar a que su interpretación se acabara sin incidentes.
Y pensé también que:
· Sería fantástico que un grupo de dirigentes políticos catalanes no hubiera proclamado la independencia de Cataluña contra la voluntad de medio país.
· Sería fantástico que estos dirigentes políticos no estuvieran en la cárcel o fuera del país.
· Sería fantástico que en Madrid hubiera un gobierno que en vez de responder a este reto político con el recurso a los jueces lo hubiese hecho con diálogo y propuestas concretas.
· Sería fantástico que las calles de la Barcelona donde Pepe Rubianes tiene ahora una calle no estén llenas de banderas esteladas catalanas y de un buen puñado de monárquicas españolas.
· Sería fantástico que, como cantó Serrat, «San Pedro, pagando, no cantara», «mearse de risa y hacer volar palomas», «que no perdiesen siempre los mismos y que heredasen los desheredados», «que la fuerza no fuera la razón», «que llegase el día del sentido común» y «encontrarse como en casa en cualquier sitio».
Pepe Rubianes nos hizo reír mucho. Andreu Buenafuente explicó, el domingo, que una vez le preguntó qué querría que pusieran en su epitafio y la respuesta del actor galaico-catalán, como le gustaba definirse, fue: «¡Que os den a todos por el culo!». Y todo el mundo se rió. Indepes y no indepes. Sería fantástico que pasara más a menudo.
