Las ejecutivas del PSOE y del PSC, presididas por sus respectivos líderes, Pedro Sánchez y Miquel Iceta, se han reunido este viernes en Barcelona para tratar de dar una alternativa política a la celebración del referéndum independentista previsto por el gobierno de Carles Puigdemont el próximo 1 de octubre.
Los socialistas pretenden desbloquear la falta de diálogo entre el Estado y la Generalitat que ha provocado un enfrentamiento institucional que puede tener su punto culminante el 1-O.
La propuesta estrella de los socialistas es la de crear un grupo de trabajo bicameral, entre el Congreso y el Senado, para actualizar el texto de la Constitución y hacer encajar el concepto de «plurinacionalidad» que defiende el PSC y que ya hecho suyo el PSOE.
Los socialistas plantean una «reforma federal» de la Carta Magna que recoja las aspiraciones nacionales de Cataluña. También contemplan un nuevo marco competencial que pueda mejorar el autogobierno de la Generalitat, y buscarían la creación de un Senado federal.
Los socialistas, asimismo, quieren poner sobre la mesa un nuevo acuerdo de sistema de financiación «más justo y equitativo» de Cataluña a través de la Conferencia de Presidentes y del Consejo de Política Fiscal y Financiera.
PSOE y PSC quieren recuperar el debate sobre los 45 puntos con los que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, presentó al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Puntos que quedaron sin continuidad de debate entre las dos instituciones.
El líder del PSOE, Pedro Sánchez, también propone la derogación de la ley de racionalización de la Administración local, generar una norma sobre inversiones estatales en equipamiento cultural y otra de reconocimiento y amparo de la pluralidad lingüística de España.
