«Nos echaron del despacho y nos cortaron la subvención que el Gobierno nos daba», asegura José Vargas, presidente de la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (ACVOT), sobre el Gobierno de Artur Mas. «Pedimos una reunión para saber por qué nos echaba y nos dejaba sin ayudas, y su respuesta fue que no quería saber nada de nosotros», ha añadido.
En declaraciones a El Confidencial, Vargas ha dicho que la Generalitat facilitó el despacho a la ACVOT durante el mandato del presidente José Montilla a través la consejera Montserrat Tura, y que el consejero Joan Saura «nos mantuvo» este espacio.
Después, según relata, la sensibilidad que tenía el último gobierno tripartito con las víctimas del terrorismo «se acabó». Carles Puigdemont está al corriente, según la misma información, porque responsables de la ACVOT le trasladaron el asunto recientemente.
Esta asociación no pide un despacho, se conforma con un espacio para almacenar archivos y expedientes. Reclama, eso sí, ayudas para poder pagar servicios básicos (luz, teléfono), pero «no queremos grandes cosas», explican sus representantes.
Según esta información, las subvenciones cuando llegó Mas a la Generalitat habían bajado hasta los 50.000 euros anuales después de haber alcanzado los 105.000 euros en 2006 y un pico de 387.000 euros (subvención para el periodo 2007-2010). En 2011, el gobierno de Mas puso en marcha un expediente para revocar parte de una subvención y recuperar 70.000 euros en 2014, publica el mismo digital.
