Mark Serra, un usuario de Twitter conocido por su adhesión a Junts pel Sí y al independentismo, una alianza política y una causa que a veces defiende, contradiciendo la revolución de las sonrisas, a base de insultos y otros excesos verbales.
Más allá del entorno 2.0 y de haber formado parte de la lista que Solidaritat per la Independència (el partido de Joan Laporta) presentó en Barcelona para las municipales de 2010, su nombre ha sonado recientemente porque ha sido denunciado en el Ayuntamiento de Barcelona por la Xarxa Veïnal de Ciutat Vella y la Asamblea de Barrios por un Turismo Sostenible (ABTS) por el alquiler de pisos turísticos, mediante una empresa de la que era administrador, sin los permisos necesarios. De hecho, quedó retratado en un vídeo en el que activistas se hicieron pasar por huéspedes, accedieron al piso y colgaron una pancarta, que duró hasta que Serra subió a quitarla y expulsarlos.
Serra, miembro de la Plataforma Pro Viviendas Turísticas que aboga por la liberalización del alquiler por días que rechazan los vecinos y quiere «un Estado independiente que proteja al pequeño empresario, los trabajadores, los autónomos y los emprendedores», admitió haber ejercido de intermediario (cobrando una comisión por gestionar los clientes), pero negó que no pagara los impuestos que corresponden. También aseguró que se le atacaba por sus ideas políticas.
En un tuit reciente, este «activista político liberal» ha expresado su sueño: «Me encantaría, que ya sé que no quiere volver a la política, tener a Pilar Rahola como alcaldable independiente por Barcelona del PDeCAT». Con la biógrafa de Artur Mas y opinadora estrella de Godó comparte, al menos, la animadversión contra Ada Colau.
