El juzgado de Madrid que investiga la fortuna de la ex-vicepresidente español Rodrigo Rato ha recibido el pasado 23 de enero un informe de 634 páginas de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF), de la Agencia Tributaria, que incluye una estimación del fraude al IRPF del investigado. Según el contenido del informe, revelado por El País, las cuotas defraudadas por Rato entre 2004 y 2015 se elevan hasta los 6,8 millones de euros, aproximadamente, y superan los 120.000 euros, el umbral a partir del cual se considera que se comete delito fiscal, en cada año del periodo 2004-2015, excepto 2005. El cálculo es de 5,4 millones contando sólo importes correspondientes a los supuestos delitos no prescritos (los del 2009 y siguientes).
Rato ha asegurado al mismo diario que el informe contiene datos erróneos y que tiene su origen en una denuncia cuya falsedad considera que quedó probada. Pero la ONIF atribuye al exvicepresident y exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional ganancias patrimoniales procedentes de tráfico de dinero al extranjero no declarados, así como ganancias patrimoniales sin transmisión previa de rentas, rendimientos de actividades como conferenciante y gastos empresariales no deducibles.
Así mismo, la ONIF ha detectado que las sociedades panameñas Red Rose Limited y Westcastle, la británica Vivaway y la española Kradonara se emplearon para esconder rentas al fisco y beneficiar a Rato. Además, El País destaca que el informe detalla la concesión de una subvención de casi un millón para la construcción de un hotel de cinco estrellas en un pueblo de Toledo, impulsado por una sociedad que Rato tenía con sus hermanos. La subvención, según la misma información, procede de la comisión delegada del Gobierno español para asuntos económicos, que Rato presidía entonces.
