Dieciocho meses después de las elecciones municipales, el gobierno municipal de Vilanova del Camí ha cambiado de manos. La moción de censura que presentaron los grupos de la oposición -PSC, VA!, Independents per Vilanova y Decide- ha comportado la elección de la socialista Noemi Trucharte como nueva alcaldesa de esta localidad, tomando el relevo a Vanessa Gonzalez de la formación Vilanova 365 (V365) y que gobernaba con el apoyo de los regidores de ERC y CiU. La moción, que fue presentada el pasado 17 de enero, se argumentó diciendo que se quería poner fin a la incapacidad del anterior equipo de gobierno de encontrar más alianzas y apoyo entre ellos.
En el pleno municipal del relevo a la alcaldía de Vilanova se ha evidenciado la tensión entre el anterior y el nuevo gobierno municipal. Dejando de lado los gritos de apoyo, los reproches, y los comentarios a favor y en contra de unos y otros, el momento de máxima tensión ha sido cuando la regidora que presidía la mesa de edad, Pepita Còdol de V365, se ha negado a entregar el bastón de alcalde a la nueva alcaldesa socialista, argumentando que la representante legítima era la que encabezaba la lista más votada, es decir, Vanesa González. «El bastón de alcalde tiene un significado: la alcaldesa tiene que ser escogida por la gente de Vilanova, y este no es el caso. Es decir, que si quiere, se lo coge», ha espetado Còndol.
Después de ser nombrada alcaldesa, Noemí Trucharte se ha mostrado dolida por estas declaraciones, y le ha respondido que «no es un bastón lo que da legitimidad, sino los vecinos que nos apoyan y los votos que sumamos las cuatro fuerzas«. Dejando a un lado las diferencias, Trucharte asegura que ha ocupado el cargo «de manera legítima«, y ha ofrecido «consenso, diálogo y transparencia«. «Vilanova pasa por una situación económica difícil, con un PIB de los más bajos de toda Cataluña, un hecho que comporta que muchas familias pasen por dificultades», es por este motivo que «queremos hacer frente a la crisis sin dejar de lado a nadie y trabajaremos mucho para todos», ha afirmado finalmente la nueva alcaldesa.
Por otro lado, la alcaldesa saliente, Vanessa González, ha asegurado que hará una oposición constructiva y ha lamentado que «desde el principio del mandato hemos vivido con la amenaza constante de la moción y con un chantaje emocional diario que nos recordaba que somos un gobierno en minoría». «Las reglas del juego permiten estrategias perversas que han provocado la destitución, pero no tiene nada que ver con nuestra gestión municipal, sino que está motivado por el rencor, la rabia y la falta de honestidad«, ha asegurado Vanesa González.
