Antoni Comín indigna a los profesionales de la enfermería

El consejero de Salud les hace responsables de que haya enfermos en los pasillos
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El Colegio Oficial de Enfermeras y Enfermeros de Barcelona ha hecho pública su «indignación y sorpresa» por las declaraciones del consejero de Salud catalán, Antoni Comin, en las que responsabiliza a estos profesionales de tener enfermos en los pasillos de los hospitales.

En una entrevista en El Periódico, el consejero Comín dijo que a veces hay enfermos en literas en los pasillos por «decisión de la enfermera, que quiere tener el paciente a la vista. Más de una vez, teniendo plaza en un box de urgencias, la enfermera decide dejar a un enfermo, sin familiar acompañante, en el pasillo».

Comín añadió que lo hacen «por la seguridad de este paciente. Esto me lo han explicado las enfermeras. Desde el punto de vista profesional, el pasillo muchas veces es un espacio asistencial más. Si seguimos hablando de los pasillos como una cosa dramática, nos equivocamos. Se que el que estoy diciendo es muy polémico. Pero es la verdad».

El colectivo de enfermeras y enfermeros ha recriminado las declaraciones de Comín porque «lanzan un mensaje a la sociedad catalana absolutamente erróneo y que, además, lo hace cargando contra un colectivo profesional, las enfermeras y enfermeros, al cual históricamente nunca se ha tenido en cuenta en la toma de decisiones en aspectos organizativos o de determinación de políticas de salud».

Los profesionales de la enfermería aseguran que «si las enfermeras de urgencias se ven obligadas a atender las personas, en los pasillos es porque no tienen otras opciones de no poder derivarlas a planta por falta de camas disponibles o cuando no hay boxs de urgencias disponibles. Se trata, ciertamente, de una situación extremadamente compleja pero previsible en la esperada epidemia de gripe de cada año».

Desde su colegio profesional, las enfermeras y enfermeros dicen que «se trata de un problema estructural y de gestión de recursos que va más allá de la decisión puntual de una enfermera. Situación a la cual se añade un déficit importante de enfermeras y enfermeros en el sistema de salud catalán, al cual habría que incorporar 17.293 enfermeras y enfermeros si queremos cumplir con las ratios europeas».

Y remarcan que «el pasillo nunca tiene que ser un espacio asistencial. Cuando lo es, es dramático para la persona atendida y también para las enfermeras, a las que se les complica mucho la práctica en coherencia con valores éticos clave de la práctica asistencial enfermera. Sólo para poner algunos ejemplos: va en contra de aspectos críticos como la seguridad de la persona atendida, el derecho a la intimidad y la confidencialidad o la justicia social entre otros muchos».

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