La CUP ha difundido una auditoría interna que fiscaliza las cuentas del Consorcio de la Costa Brava (CCB) del año 2014, junto con las de dos empresas de capital mixto con las que tiene participación. La primera, es una sociedad llamada Empresa Mixta d’Aigües de la Costa Brava S.A. (Emacbsa), que se encarga de depurar las aguas residuales y de mantener los sistemas de saneamiento del CCB. La segunda, denominada Abastem En Alta Costa Brava Empresa Mixta S.A. (Abastem), gestiona el agua en alta y lleva a cabo las obras pertinentes. Ambas empresas tienen socios privados.
La auditoría que ha difundido la CUP, muestra una serie de irregularidades y hasta 26 incumplimientos que han hecho estas empresas durante el año 2014. De estos incumplimientos, entre los cuales se encuentran errores administrativos o retenciones de IRPF, la formación anticapitalista ha querido centrarse con los referentes a asuntos contractuales y contables. El diputado provincial de la CUP, Lluc Salellas, ya ha pedido que se solucionen «inmediatamente las irregularidades detectadas».
Respecto a Emacbsa, el informe indica que el coste del servicio de saneamiento del agua que facturó al CCB, por valor de 10,52 millones de euros, se hizo sin un presupuesto previo. La auditoría también pone en entredicho de qué manera se pagaban estas obras, y si el sistema de contratación de las obras era el más adecuado. En este sentido, el documento se cuestiona por qué algunas no salían a concurso público. «Se tramitan servicios recurrentes como contratos menores, procedimiento que no puede ser el más conforme», indica la auditoría.
En relación con la empresa Abastem, la auditoría destaca nueve irregularidades, que también se han producido en la otra empresa mixta. El informe indica que durante el año 2014, los ingresos y los gastos presupuestados por Abastem presentan «incrementos muy significativos«, en relación con los que se habían presentado anteriormente, y que en ningún caso «estarían justificados por incrementos del IPC«. Otra irregularidad son los 312.433 euros que la empresa facturó al CCB para obras de mejora, a pesar de no haber especificado si eran para este propósito, o para llevar a cabo trabajos de mantenimiento.
La auditoría también ha detectado desviaciones de hasta el 620% con los beneficios netos, contratos sobre determinados servicios que todavía están pendientes para firmar y acuerdos que los socios privados, que no pagan el alquiler de los locales que utilizan, no han cumplido.
