La entrada de agentes policiales al Museo de Lleida para confiscar las 44 obras de arte de Sijena reclamadas por Aragón es una posibilidad ahora mucho más real que nunca. La secretaría del juzgado de primera instancia de Huesca ha puesto en marcha este martes el proceso de ejecución provisional y de confiscación de la sentencia que ordenaba a la Generalitat de Cataluña la devolución de las piezas, pidiendo autorización a la jueza para que se efectúe la entrada y la extracción de las piezas.
Esta decisión se basa en las medidas establecidas a la sentencia como respuesta a la reiterada negativa de la Generalitat a volver las obras de arte, después de que el Gobierno de Aragón requiriera una actuación en ese sentido durante meses.
El consejero Santi Vila basa su negativa a obedecer a la Justicia en una resolución de la Junta de Museos catalana que desaconseja el traslado. Por otro lado, las piezas han sido declaradas de interés nacional en Cataluña.
La secretaría del juzgado, por su parte, ha invocado el artículo 701 de la Ley de Enjuiciamiento Civil que da la posibilidad de solicitar la ayuda de la fuerza pública, en caso necesario, para acceder a recintos cerrados como el Museo de Lleida. La decisión queda en manos de la jueza.
