La lucha de las izquierdas es una cuestión cada vez más presente. Y la última movilización de los sindicatos lo escenificó a la perfección. Las organizaciones y las plataformas en defensa de los servicios públicos convocaron una manifestación para reclamar unos presupuestos más sociales, sin subordinarse a los límites de déficit y dedicando atención a las partidas para los más desfavorecidos. La cita era ineludible para toda la progressia catalana. Pero Esquerra no hizo acto de presencia, ni podía.
De hecho, los presupuestos contra los que protestaban eran los que ha creado el departamento de Oriol Junqueras. Entre los que sí fueron, pero, la sintonía no era exactamente fluida. Y es que además del PSC y Catalunya sí que es pot, acudieron diputados y dirigentes de la CUP. Sí, los socios de JxSí y el Gobierno y los que están negociando el presupuesto, acudían a la manifestación contra los presupuestos.
Estirando de fina ironía y de pragmatismo habitual, los socialistas dejaron caer algún comentario al respecto pero optaron por ignorar a los anticapitalistas. Los de CSQP, pero, no pudieron evitar las malas caras, las miradas de puñal, los comentarios bajo la nariz y el desagrado general por la presencia de la CUP en el acto.
