Ya recuperado de una operación de urgencia por una angina de pecho, el ex alcalde de Barcelona Xavier Trias ha retomado la tarea de oposición al Gobierno municipal liderado por Ada Colau cuestionando que el Salón Erótico, que tiene lugar en la capital catalana del 6 al 9 de octubre, se tenga que albergar en un equipamiento como el pabellón del Vall d’Hebron. «¿De verdad, alcaldesa, hace falta que esto pase en un equipamiento municipal?», le plantea.
El ex alcalde manifiesta su rechazo a que la ciudad permita que se organice en uno de sus equipamientos una cita que tiene como patrocinador principal Apricots, una agencia de escorts con locales en Barcelona y Madrid que se promociona como «prostitución ética», «que hace negocio con la prostitución, cosifica a las mujeres y saca un rendimiento económico», señala Trias.
El vínculo con el negocio de la prostitución -y no el porno- centra la carga de Trias, que ha aprovechado para denunciar que «el hecho que desde el Gobierno municipal se hagan continuamente declaraciones y se fomenten postulados favorables a legalizar la prostitución provoca un efecto llamada que favorece la proliferación de actividades relacionadas con el sexo de pago».
Trias interpela a la alcaldesa Colau preguntándole «si está de acuerdo y defiende la Barcelona en que se da esto» y va más allá, indicando que «se lanza un mensaje a las mafias explotadoras que Barcelona es una ciudad donde podrán establecerse y operar sin problemas».
