Un informe elaborado por la Fundación Jaume Bofill ha puesto de manifiesto que la inversión que ha llevado a cabo la Generalitat de Cataluña en las guarderias se ha reducido a la mitad en tan sólo cuatro años. El documento, llamado ‘De la guarderia a las políticas para la pequeña infancia‘, muestra como la Generalitat, que tiene competencia exclusiva en educación Infantil, ha pasado de invertir 147 millones de euros en 2009 a invertir 71,5 millones en 2013.
Lo informe denuncia que la Generalitat «nunca ha estructurado ni organizado la red de guarderías que ayudó a crear«. El estudio dice que el Gobierno ha eliminado las ayudas para la escolarización de los niños en situaciones económicas desfavorecidas, y que se ha reducido a un tercio las subvenciones en las guarderías privadas. El documento también subraya que las aportaciones que hace el Gobierno, por niño y curso de parvulario, se han reducido en un 51,4%.
El autor del informe, el investigador Jaume Blasco, explica que cada año quedan sin cubrir un 10,2% de las plazas públicas y un 18% de las privadas, y que hay grandes desigualdades entre los territorios catalanes. Aprovechando que «la educación para niños entre 0 y 2 años no existe como derecho«, la Generalitat ha podido recortar «más fácilmente» el dinero destinado a este ámbito, afirma el investigador.
En cuanto a las desigualdades territoriales, el informe apunta que los municipios con menos nivel educativo y más paro tienen más déficit de plazas. Por este motivo, el estudio ha cuestionado que las guarderías actuales reduzcan las desigualdades. El documento también expone que hay un exceso de oferta concentrada en municipios pequeños y medios, que «luchan para mantener las guarderías abiertas». En cambio, en las grandes poblaciones, se experimenta «un grave déficit de plazas».
