El empresario Gustavo Buesa, imputado en el caso Pujol y considerado el rey de la basura en Cataluña, ingresó mediante su sociedad GBI Serveis un 87% más gracias a contratos públicos entre 2007 y 2009 -el periodo durante el cual ha admitido haber dado dinero a CDC y UDC-, según los cálculos de la Fiscalía revelados por El País.
Este incremento, cita la misma información, consta en el sumario de la operación Trueno, en cuyo marco Buesa ha sido detenido este mes de julio en relación a los contratos de la gestión de residuos de Lloret de Mar. Empresas de Buesa se han encargado de gestionar los residuos de la localidad desde 1995.
Según la Fiscalía, se arreglaron varios concursos. Señala, por ejemplo, que se redactó un pliego a la medida de GBI Serveis: convocando el concurso de manera urgente y sin publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE). Se lo llevó Buesa, el único que se presentó: 7,9 millones anuales durante diez años.
Asimismo, el sumario atribuye a Buesa «influencia en el nombramiento» de «altos cargos en instituciones del Gobierno catalán».
Ideales convergentes
Según ha explicado Buesa al El Mundo, facilitó a Unió «dos préstamos de 50.000 euros de difícil cobro dada la situación» del partido. «Me transmitieron que necesitaban dinero porque se tenía que pagar a todo el personal», así como «las estructuras del partido», relata. Asegura que negoció los préstamos directamente con Josep Antoni Duran Lleida y Josep Sánchez Llibre.
En cuanto al dinero entregado a Convergència a través de la Fundación CatDem, Buesa ha manifestado que, como empresario, puede hacer que «determinados ideales se desarrollen» mediante «aportaciones económicas a las fundaciones donde ellos luego destinen el dinero donde mejor consideren». Buesa cifra sus donaciones a CDC en 550.000 euros entre 2007 y 2009.
