La adquisición y el uso de las pistolas Taser por parte de los Mossos d’Esquadra es uno de los motivos de discordia que afloran entre la CUP y Junts pel Sí en este periodo posterior al fracaso de la aprobación de los presupuestos y anterior a la cuestión de confianza del presidente Carles Puigdemont. Se ha notado en sede parlamentaria este martes, cuando se han votado las conclusiones sobre estos dispositivos y los cupaires y Catalunya Sí que Es Pot han acusado a JxS de alinearse con el PP y Ciudadanos y de ignorar las recomendaciones de Naciones Unidas.
La comisión parlamentaria ha dado el visto bueno al uso de las Taser para enfrentar amenazas con arma blanca y objetos contundentes esgrimidos por personas violentas o alteradas, individuos bajo los efectos del alcohol u otras drogas y enfermos mentales.
Joan Giner de CSQP considera que, de este modo, se corre el riesgo de que las fuerzas policiales abusen del uso de la fuerza «derivando en un conflicto entre la policía y la ciudadanía, en vez de apostar por un modelo de policía de proximidad y de mediación».
«Se aprueba la idoneidad del uso de las pistolas eléctricas en contra de las recomendaciones de los organismos de los derechos humanos y se entienden los derechos humanos como una cuestión de partido, como una cuestión de intereses de determinados lobbies, y no como pilares fundamentales de un proyecto político como el que tiene que ser la República catalana», interpreta, por su parte, la diputada de la CUP Mireia Vehí.
Las polémicas conclusiones de este martes, eso sí, tendrán que ser aceptadas por la Mesa y la Junta de Portavoces antes de ser debatidas en el Pleno parlamentario.
