Maite Masià, encargada temporalmente de la dirección de la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC), ha echado a la responsable de las auditorías internas de esta institución, Assumpció Riba, una figura que ya había criticado la gestión del destituido director Daniel de Alfonso antes del escándalo del Fernándezgate.
Según revela El País, al personal del OAC no le ha gustado que se tome esta decisión principalmente porque Masià es una directora interina y el Parlamento catalán aún tiene que decidir quién sucederá a De Alfonso.
Fue precisamente De Alfonso quién pidió el controvertido regreso de Masià a Antifraude, marcado por su aparición -nunca imputación- en el sumario del caso de las ITV, por su proximidad con Oriol Pujol y Sergi Alsina -principales encausados- y por su responsabilidad en la redacción de un informe sobre el caso Palau, en el marco de una comisión de investigación parlamentaría, donde se negaba la existencia de indicios de financiación ilegal por parte de Convergència.
Riba, por su parte, trabajaba en la OAC desde abril de 2015. «Ha sido una decisión arbitraria de la directora, un golpe de fuerza», ha declarado al diario Ara. Una fuente de Antifraude explica al País que Riba abogaba porque el personal de esta institución «hablara con libertad».
