Mientras se producía la comparecencia del director de la Oficina Antifrau de Catalunya (OAC), Daniel De Alfonso, en el Parlamento, el diario digital Público ha revelado que en la conversación entre el ministro del Interior y De Alfonso, este último propuso a Fernández Díaz un plan para tumbar Artur Mas y promover a Germà Gordó, entonces consejero de Justicia, como nuevo líder de Convergència Democràtica. Su objetivo era el de evitar el acuerdo con Esquerra Republicana, y conseguir que Convergència abandonara la vía independentista.
En la conversación, De Alfonso le propone a Gordó salvar Convergència a cambio de redirigir el partido hacia posiciones más moderadas. Según este audio, la presunta propuesta contaba con el apoyo de destacadas figuras del sector privado opuestas a la independencia de Cataluña, como Isidre Fainé (La Caixa), José Manuel Lara (Planeta y Atresmedia) y José Luis Bonet (Freixenet).
El plan para tumbar a Artur Mas, y sustituirlo por Germà Gordó, no sólo pretendía evitar el pacto con ERC, sino que también quería evitar que ganaran las elecciones plebiscitarias y que proclamaran la independencia. De Alfonso le explica también al ministro del Interior, que le ofrece a Germà Gordó interceder para que Mariano Rajoy dialogue y haya consenso entre gobiernos. En esta conversación, De Alfonso asegura que a Gordó no le parece mal la propuesta, ni tampoco a Unió Democràtica.
LA DIMISIÓN DE DE ALFONSO
Por otro lado, se han desmentido las declaraciones de De Alfonso sobre que habría dimitido «sólo si los trabajadores de la OAC no le hubieran dado un apoyo unánime». El hecho es que una decena de trabajadores de Antifrau han entregado este jueves, 23 de junio, un escrito dirigido a Mesa de la cámara, en el registro del Parlament, donde niegan haber apoyado de manera implícita o explícita a su director, Daniel De Alfonso, ante el escándalo de las conversaciones grabadas con el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.
En este documento, los trabajadores quieren que se diferencie su trabajo del de su director, y han recordado que todos tienen compromiso de confidencialidad, incluso después de dejar la OAC. El escrito también lamenta que se haya comprometido el nombre y la reputación del organismo, y asegura que siempre han actuado bajo criterios tecnico-jurídicos en la elaboración de sus informes.
