El consejero de Salud, Toni Comín, ha anunciado este jueves en el Parlamento que destituirá al actual director del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM), Francesc Bonet, argumentando que quiere «abrir una nueva etapa para desplegar el nuevo modelo» de transporte sanitario. «Se han detectado problemas en la implantación del nuevo modelo de ambulancias y es conveniente que haya un nuevo equipo directivo para ajustar estos inconvenientes y legitimar el transporte sanitario», ha explicado el consejero.
Esta decisión se ha tomado después de que la Fiscalía haya puesto en marcha, a raíz de una denuncia de la CUP, una investigación sobre las adjudicaciones del servicio de las ambulancias otorgadas por el Departament de Salut a Transport Sanitari de Catalunya SL, propiedad de la familia Bonomi. Esta adjudicataria, que recibió siete de los trece lotes, está en el punto de mira por una donación de 3 millones de euros al Hospital de Sant Joan de Déu, financiado con fuentes públicos. Según la CUP, además, obtuvo los contratos a pesar de haber presentado una oferta «manifiestamente incompleta».
Los expedientes sobre las adjudicaciones del servicio, aprobadas en los últimos meses del mandato de Artur Mas, siendo Boi Ruiz el consejero de Salud, serán estudiados por la Policía Nacional española, según la misma información.
La CUP asegura haber detectado indicios de corrupción en el proceso de adjudicación del paquete de contratos con el importe más alto de la legislatura, que se eleva por encima de los 2.200 millones de euros. En concreto, los cupaires señalan que International Emergency Services SARL, un fondo de inversión radicado en Luxemburgo propiedad del fondo de capital riesgo de los Bonomi Investindustrial, controla Transport Sanitari de Catalunya SL. Denuncian que Investindustrial adquirió en 2012 Port Aventura, mediante cuya fundación se efectuó una donación de 3 millones al Hospital de Sant Joan de Déu, centro privado proveedor del CatSalut.
