El pago de impuestos a la Ageència Tributària de Catalunya (ATC), una acción simbólica de insumisión a las estructuras de Estado españolas, ya que el dinero acaban en las arcas estatales (la Generalitat quiere «minimizar el riesgo de sanciones), ha totalizado 40,3 millones de euros en impuestos de competencia estatal desde 2013.
Esta cifra, recogida en respuestas parlamentarias y difundida por Europa Press, la han engordado ayuntamientos y otros entes públicos, que cada vez se han implicado más: han sido 63, 80 y 104 durante los últimos tres años.
En cambio, cada vez menos personas físicas y jurídicas han apostado por esta vía: 473 en 2013, 222 en 2014 y 178 en 2015.
En cualquier caso, la recaudación de la ATC ha subido en el citado trienio: de los 6,8 millones de euros de 2013 se ha pasado a los 15,26 en 2014 y a los 18,27 de 2015, la mayoría de los cuales corresponden a IRPF e IVA.
En Cataluña, la Agencia Tributaria española ingresó el año pasado 14,438 millones de IRPF y 14,731 de IVA, según las cifras de su web.
Sobre estos datos, el ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, ha declarado este martes que «no hay una Hacienda catalana» y no ha dado mucha importancia a que algunos catalanes hayan presentado su declaración a la Agència Tributària de Catalunya: «a estas alturas de la campaña de la renta no tiene mayor valor».
