Vuelven la Puta y la Ramoneta

Estoy tan desconcertada que no sé si la desconexión con España sigue adelante o bien hemos fondeado a medio camino de Itaca para rescatar a la Puta y la Ramoneta de algún naufragio. El primer indicio de que algo no va bien del todo han sido las declaraciones de Helena Rakosnik en TV3 diciendo que no le gusta este papel de generala que gasta Carme Forcadell y que el día que la ahora presidenta del Parlament exigió a Artur Mas que pusiera las urnas, Helena no aplaudió la ocurrencia. Ella dice que no lo hizo porque no le gusta la gente mandona, pero yo prefiero pensar que el feo a Forcadell fue fruto de los celos porque debe pensar que la única mujer que puede exigir a Artur hacer alguna cosa –como poner la mesa o pasar el mocho- es ella.

La hostilidad de Rakosnik hacia Forcadell no me preocuparía tanto si no fuera por las declaraciones del ex-presidente a Catalunya Ràdio asegurando que la nueva Convergencia ha de ser «más soberanista que independentista». El único sentido que le encuentro a esta marcha atrás en toda regla –que todos los medios afines al régimen intentan explicar inútilmente sin utilizar palabras como envainada o renuncia- es el intento desesperado de CDC de recuperar el espacio de centralidad perdido por culpa de su peligroso noviazgo político con republicanos y cupaires, tan radicales ellos. Se ve claramente que los convergentes no han tenido suficiente con enviar a Quico Homs a Madrid para poner el «contador a cero» y, de seguir así, no descarto que acaben pidiendo al abogado Duran que vuelva a poner orden.

Y hablando del nuevo gobierno, tan social últimamente hasta el punto de aprobar medidas progresistas contra la pobreza que no implementará nunca sea por falta de dinero, falta de tiempo o falta de interés, resulta que gobierna como si fuera un reino de taifas. Parece que cada consejería va por su cuenta como pasaba en la época de Pasqual Maragall y todavía está por ver quién es el valiente que se atreve a proponer hacer alguna reunión de coordinación. Escucho al líder de ERC decir en RAC1 que es normal que voten diferente de CDC a pesar de su matrimonio político porque «vienen de mundos diferentes» y pienso que si no son capaces ni de ponerse de acuerdo en el color de las cortinas de los despachos, menos lo serán para decidir hacia dónde tirar cuando llegue la hora de la verdad y toque hacer lo que han prometido a los que les votaron. Aunque también podría ser que la hora de la verdad no llegue nunca y así se ahorran trabajo.

Y en medio de esta comunicación tan fluida entre los partidos del gobierno que ha de llevar a Catalunya al paraíso o al infierno, depende de cómo se lo mire una, aparece Germà Bel con su amenaza de irse porque no le han dado ningún cargo en Economía. Supongo que le debe haber dado rabia que a otros compañeros de filas socialistas como Maria Badia, Ernest Maragall o Jordi del Río les haya salido mejor la jugada del oportunismo político. El economista Bel ha tenido la mala suerte de encontrarse que en el reparto de cromos habitual, Economía ha ido a parar a manos de Esquerra, a pesar de que por tradición los republicanos son más de letras que de números, y él se ha quedado con un palmo de narices. La mala suerte le acompaña, pobre hombre. Del PSC salió cagando leches cuando los socialistas todavía ataban los perros con longanizas y ahora con Junts pel Sí se ha tenido que conformar con ser diputado raso.

Compruebo complacida que Agustí Colomines tampoco entiende ni acepta este ir y venir de los convergentes de la Puta a la Ramoneta. Él, antes tan fiel al masismo hasta el punto de poner a caldo a Oriol Junqueras públicamente, dice ahora bien claro y con buen juicio que Convergència será independentista o no será. Quiero pensar que lo dice de corazón, convencido que fuera de este proyecto a CDC sólo le queda el soso federalismo socialista y el trasnochado españolismo popular, y no por el miedo a dejar de ser director de la Escuela de Administración Pública de Cataluña.

Y mientras me pregunto si mi corazón sensible podría soportar volver a ver a Colomines haciendo de tertuliano televisivo, se me aparecen la Puta y la Ramoneta riendo y me dicen que no han vuelto porque nunca se fueron.

(Visited 54 times, 1 visits today)
Facebook
Twitter
WhatsApp

HOY DESTACAMOS

Deja un comentario